Colgarte nombres, marcarte,
teñirte de colores,
dibujarte con pintalabios un cachete
y besártelo bajo la parra.
Ensartarme esperándote
y que aparezcas envuelta en nubes,
desdoblada en múltiples personas,
una a la vez o todas juntas,
hablando como loros locos,
soñarte y al despertar
frotarme contra los muebles.
Celarte un poco por costumbre,
porque dicen que es más humano
ser animal.
Y aprendí
un cierto porciento
a curarme como el perro,
a chuparme la herida,
a no mirar...
a no limarme el bocho con tanto
manoseo de las entrañas
que hay que saber discriminar,
no por ignorancia, sino
por importancia.
aunque le yerres.
Me vas a contar
hasta mil
mil uno
me voy a pasear con vos
y no hay nadie con vos,
es domingo.
Ese es mi verano,
vos sos mi verano.
Yámana
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4 Lupe abría la heladera cada cinco minutos para cerciorarse de que la
media docena de huevos siguiera ahí, en la esquina del estante, esperando a
ser l...
Hace 5 años