Las pinceladas de su marco campestre y carreras pastoriles, se sucedían los claros momentos herbáceos las canciones, sonetos, danzas, polleras flambeadas de nube y de luna. Una sonrisa de poupe niño tumba el globo que se eleva titubeante por la kermés, pasados de sanguchitos, de plastiquitos, corales.
Mas era la agitación de un pulmón de unos años transpirando pelotas de fútbol de grasa, siguiendo mas polleras y bombachas llenas de uvas chinche. Para la comida de pajaritos ponían platitos sucios de alpiste porque así eso enojado nada iba a funcionar sacábamosle el agua, que risa! si la nariz relinchaba antes mejor.
En esa Marcia que agitaba la gaseosa se emociona, se sobrepasa y pataplum.
Parecía bumbonearle flácido el vientre y los poros ajustadísimos escupían miles de caballos invisibles. No lo notaba pero se había manchado como una chancha, se desparramaba del júbilo pero jamás noto la mancha. Las garras nadadores olímpicos se estiraban duras de cólera ante Marcia que papel picado carmín de su útero
Pariendo:
Achuras
Chinchulines
Cachuflas
Churungulos
Flafimormas
Papilomas
Goroblastos
Apatocitos
Antilofas
Budimorros
Nalpapatapemes
Jurumoños
Uya-uyas
e Inmolelys...
Casi como si el picnic entero con los chicos se manchase.
Yámana
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4 Lupe abría la heladera cada cinco minutos para cerciorarse de que la
media docena de huevos siguiera ahí, en la esquina del estante, esperando a
ser l...
Hace 5 años
1 comentario:
Para Jeta de Rimbaud:
Huellas
A la derecha, el alba del verano despierta las hojas y las nieblas y los ruidos de ese rincón del parque, y los taludes de la izquierda conservan en su sombra violeta las mil huellas rápidas del camino húmedo. Desfile de sortilegios. En efecto: carros cargados de animales de dorada madera, de mástiles y telas pintarrajeadas, al galope tendido de veinte caballos manchados de circo, y los niños y los hombres sobre sus bestias más asombrosas: -veinte vehículos amarrados, empavesados y floridos como carrozas antiguas o de cuento, llenos de niños endomingados para una pastoral suburbana- Y aun ataúdes bajo sus doseles nocturnos elevando penachos de ébano, desfilando al trote de las grandes yeguas azules y negras.
Y para la nueva adquisición unos aplausos de euforia por la originalidad que hace al placer de abrir este blog y largarse a leer!
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