Se desbaratan las repisas de donde caen caricias vestidas de novia, envueltas en sustancias evidenciales, despertares, dormires. Las únicas manos que tengo durmiendo en tu ombligo pacifico atlántico atlético y sedentario sediento de un nuevo grupo dentario que muerda la piel de tus sueños princesos. Devuelvo el reposo a la calma de su pobre niño pellejo, para abandonar el pesado pasar del tiempo, la pulpa del borbotón donde brotan los melones de los que bebemos nuevos vinos. Brindamos vaciar las copas en sonrojados cortejos nuestros besos violáceos de vid. Y los parpados tuyos que remojan el iris de los ojos, fábricas de llantos perfectos.
1 comentario:
Adonis!
(Y no por la muerte)
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