Esperé la
escolta al lecho
de querubines
lampiños
que robaran nuestro
almizcle vespertino
a bocanadas
y los faunos
que en el éxtasis
danzaran
ditirambos
dionisíacos
ebrios de
amanitas
venenosas
de tu verso
a las
ninfas
de manantiales
submarinos
que peinaran
con sal y esas
manos de nácar
tu melena parda
libaran tus pestañas
con besos lascivos
engendrar
unicornios indómitos
que borraran
las viejas ofensas
atroces
con el bálsamo marfil
de su adorno
erecto
y la cifrada delicia
fue el instante
desnudo al
descubrirte
sin tu magia.
Yámana
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4 Lupe abría la heladera cada cinco minutos para cerciorarse de que la
media docena de huevos siguiera ahí, en la esquina del estante, esperando a
ser l...
Hace 5 años
3 comentarios:
ay, me hizo sonrojar!
jaja
buenísimo.
sos el girondo de nuestra generación poética! creo que me habías dicho que no habías leído mucho de él, así que te voy a prestar un libro re-súper-copado.
besos, querido.
nos vemos pronto!
:)
ey, cifrada delicia leer esto, saludos, y del comentario anterior sugiero 20 poemas para leer en un tranvía. :D
con una mano casi de nacar escribo... holaaaaaa fabito!
Muy lindo todo!
un abrazo
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